MUCHO CUIDADO EN LAS GASOLINERAS FRANCESAS

Ante todo, mucha calma que la cosa no es grave aunque podemos tener un disgusto si no tomamos en cuenta la advertencia de este artículo.

A lo largo de la geografía del país vecino hay un montón de gasolineras y encima con poca distancia entre ellas, sin tener que recorrer cien kilómetros para encontrar una, como sucede en España.

En las autopistas de peaje es normal que haya personal atendiendo la gasolinera durante las 24 horas del día. Nos sorprenderá que incluso Carrefour tenga estaciones de servicio con supermercado propio en sus áreas propias.

El problema surge cuando tenemos que repostar en una zona poco transitada donde las gasolineras sistemáticamente funcionan con prepago a través de tarjeta de crédito a partir de la hora del cierre, que suele ser muy tempranero.

Y ahí viene el problema. Los surtidores funcionan sólamente con tarjetas de crédito emitidas por bancos franceses. Nuestras tarjetas no servirán para nada y nos será imposible repostar a no ser que le paguemos a un francés en metálico para que él pague con su tarjeta. Esta curiosa maniobra es muy frecuente y a muchos automovilistas les ha sorprendido esta situación en medio de la nada y en mitad de la noche, con la consiguiente desesperación. Los horarios de trabajo en las pequeñas gasolineras son cortísimos y no hay otra solución que esperar que pase alguien y nos eche una mano.

Reposte siempre en horario diurno y procure utilizar las gasolineras de los supermercados, que son mucho más baratas. En las autopistas de peaje los precios son siempre más altos.