A estas horas seguro que todo el mundo se ha enterado de las averías del tren Eurostar bajo el Canal de la Mancha. Los viajeros que se hallaban a bordo de los trenes han tenido que pasar muchas horas sin alimentos ni calefacción y las personas que esperaban la salida de su tren se han visto privadas de transporte alternativo. No se les ha ofrecido un transbordo en avión ni tampoco alojamiento hasta que salga su medio de transporte.
Lo extraño es que no se haya recurrido a la alternativa de toda la puñeterísima vida, algo más lenta pero sí eficaz cuando se trata de cruzar el canal. Los trenes que unen Londres con Dover podrían haber sido usados para trasladar a los viajeros hacia Francia en Barco y una vez en el continente retomar el tren hasta París.
Mientras tanto en España algunos autobuses de Alsa que se dirigían desde Madrid a Asturias han parado en un hotel y a los viajeros se les ha facilitado cena, alojamiento y desayuno para continuar viaje al día siguiente. En otras ocasiones incluso se ha ofrecido un transbordo en tren.
Que no te pasen estas cosas al norte de los Pirineos porque no se puede decir que estén acostumbrados a improvisar ni a preocuparse por la gente.
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