1985-2010. EL TREN DE LA RUTA DE LA PLATA SIGUE EN VÍA MUERTA.


En 2010 se cumplirán 25 años del cierre del ferrocarril entre Astorga y Palazuelo. Desde entonces ciertas poblaciones como La Bañeza, Benavente, Guijuelo y Béjar carecen de comunicación por tren. La ruta de la Plata que unía capitales como Zamora y Salamanca con Cáceres se encuentra abandonada pero no desmantelada, o sea que mientras haya vía habrá alguna esperanza.

La infamia se cebó en trenes como el que circulaba entre Gijón y Sevilla por esta ruta, casi siempre completo y en el que había que reservar los billetes con antelación. De la noche a la mañana dejaron de pasar los trenes y así hasta hoy, a pesar de los numerosos intentos de reapertura. Contra todo pronóstico fue la línea de FEVE entre León y Bilbao la que sí reabrió tras algunos años de cierre.

Lo curioso es que hace ya 25 años el tren TER hacía tiempos de recorrido muy aceptables con una vía en estado lamentable. Una hora de centro a centro entre Zamora y Salamanca es razonable incluso ahora mismo. Desde Zamora a Benavente se tardaba lo mismo entonces por tren que ahora por carretera. Hora y media desde Salamanca a Béjar no estaba nada mal. Todo eso teniendo en cuenta que el tren era de dos coches y sólo uno de ellos era motor, además de tener que circular por traviesas deterioradas y carriles muy gastados.

Hoy en día bastaría una renovación de vía con traviesas de hormigón y barra larga soldada para que los tiempos de viaje bajaran drásticamente, teniendo en cuenta que hay trenes TRD que haría muy buenas velocidades sin falta de variantes.

Los esfuerzos hasta ahora se han centrado en reabrir el tramo Zamora-Salamanca y no se ha conseguido nada. Mis aportaciones consisten en varias ideas que permitan reaperturas parciales en espera de tiempos mejores.

Por una parte creo que se podría usar la línea para establecer un servicio de metro urbano en Salamanca, con varias paradas en la ciudad, al igual que se ha hecho en Mirandela (Portugal). No sería descartable lo mismo en Zamora.

La hipótesis más atrevida es el acondicionamiento para la circulación en algunos tramos unidos con la vía operativa, con el traslado a la línea de la Plata de automotores que ahora están en manos de asociaciones de amigos del tren, para que así puedan circular con mayor frecuencia. Los ayuntamientos deberían echarle un par de narices al asunto e ir desbrozando maleza en las vías de modo que la infraestructura se mantenga operativa. No se pueden consentir cortes de vía que estropean la continuidad.

No es aceptable que se vaya a cumplir un cuarto de siglo de tal desaguisado y que nadie haya hecho algo para arreglar el estropicio. No deberíamos dejarnos engañar con promesas de una nueva línea. Urge la reapertura ya; con una renovación de vía y material actual se crearían conexiones hasta ahora inexistentes. Son sólo 330 km, los mismos que hay entre León y Bilbao por vía métrica; si allí se pudo, aquí se debería conseguir lo mismo.

2 comentarios:

Toni dijo...

¡Qué recuerdos! Precisamente en 1984 me tocó unas cuantas veces coger el Ruta de la Plata de Zamora a Oviedo.
Mi viaje era una odisea. En aquella época yo trabajaba en Vigo, pero como no tenía coche la única manera de venir para Oviedo un fín de semana era pedir permiso al jefe para salir el viernes a las 12 y coger un Talgo a Madrid, bajarme en Zamora, esperar 45 minutos y coger el Ruta hasta Oviedo. Osea, más de 10 horas de viaje en total que hoy día con coche se puede hacer en poco más de cuatro.

Pero por lo menos se podía hacer el viaje. Hoy en día al no existir el Ruta no sé si se podría.

Anónimo dijo...

Es increíble que el politiqueo se acabe imponiendo a la coherencia. Ya que el oeste español, tan abandonado de infraestructuras, ciega al gobierno que no es capaz de ver que la Ruta de la Plata que pasa por Sevilla, Badajoz, Cáceres,
Salamanca, Zamora, León y Asturias revitalizaría toda esa zona. Dando servicio a mercancias y viajeros de una forma dinámica. Ahorrando la sobrecarga de carreteras atestadas de camiones, minimizando la contaminación y creando condiciones para el desarrollo de una zona tan depauperada. Pero claro, no con trenes vetustos y vias anticuadas que hacían interminable el recorrido, sino dotandola del modernismo necesário, que haga que Gijón y Sevilla queden unidas de una forma rápida y eficaz.