LA GASOLINA MÁS BARATA DE EUROPA ESTÁ EN LOS ALPES



Las fotos de arriba corresponden a dos localidades de distintos paises. La primera es de Samnaun, en Suiza, a escasa distancia de la frontera con Austria. La segunda nos muestra una calle de Livigno, en Italia, extremadamente cerca de Suiza. Para entrar en los dos sitios hay que pasar una aduana y para salir también, pero obviamente con mayor lentitud. Los dos pueblos tienen algo en común y es que por causa de su elevadísima altitud, los inviernos durante siglos significaron incomunicación con el resto de sus respectivos paises, lo cual propició que desde tiempos remotos fueran compensados con una exención de impuestos que los convierte en zonas francas.

El caso que mejor conocemos es el de Andorra, pero se trata de un país entero. Livigno está en la UE y Samnaun no. Lo que coincide en los tres casos es que son buenos lugares para las compras con precios muy bajos en alcohol, tabaco, perfumes y combustibles. En los tres sitios se puede comprar el diesel a 0.80 euros, lo cual contrasta con los precios que se aplican en Francia y España (al norte y sur de Andorra), Suiza o Italia.

Lo curioso es que Livigno y Samnaun están relativamente cerca entre sí y los podemos ver en Google Earth o Google Maps. Los accesos son bastante puñeteros, como suele suceder en núcleos de población elevados, por encima de los 1500 metros. Estamos hablando de los Alpes.

Las mercancías viajan en gran escala desde Suiza o Italia a estas poblaciones para luego regresar en pequeñas dósis. Por lo visto, los controles pueden ser bastante serios, como últimamente ocurre en la frontera andorrana de Pas de la Casa.

A estos sitios se puede ir a esquiar y también a hacer montañismo, por si el shopping no es suficientemente atractivo. Aprovecharemos para llenar el depósito para la vuelta y nos ahorraremos un dinerillo.

1 comentario:

Toni dijo...

Pues hace poco más de un mes pasé por la frontera de Pas de la Casa y no me paró nadie. Eran las 7 de la mañana pero aún así me extrañó.

Lo que sí que me extraña más es lo carísimo que es el combustible en Portugal y sobre todo en relación a su nivel de vida. Lo curioso es que hace diez años estuve de vacaciones en Isla Canela (Ayamonte) y aprovechaba cuando iba a Vila Real para llenar el depósito porque era un cacho más barato que aquí. ¡Cómo han cambiado las cosas!.