DESDE ASTURIAS, CANTABRIA Y PAÍS VASCO A CATALUÑA CON EL MÍNIMO DE PEAJES Y EL MÁXIMO DE AUTOVÍA.

Un viajero que utilice las autopistas de peaje entre Bilbao y Barcelona gastará tanto en peajes que le compensará cualquier otro medio de transporte si viaja solo.

Desde Bilbao a Zaragoza ya son 30 euros los que hay que desembolsar y las nacionales alargan el viaje en exceso.

Para este tipo de viajes podemos usar los tramos construidos de la autovía del Pirineo, que aún no está ni mucho menos completa ni se espera que lo esté en los próximos años. Una vez acabada reduciría el recorrido en 80 kilómetros desde Bilbao a Lleida. Lo ideal es pagar peaje únicamente desde Bilbao a Vitoria y a partir de ahí seguir por autovía hacia Pamplona. Unos kilómetros antes de Pamplona hay un tramo de pago corto y cuya alternativa no es especialmente lenta. Circunvalando Pamplona tenemos una zona comercial en Noaín con gasolinera Leclerc y un McDonalds. A partir de ahí sigue la autovía en dirección Huesca y se termina en las proximidades del pantano de Yesa para volver a retomarse durante unos pocos kilómetros. Luego decidiremos si seguir hacia Huesca por Jaca o por Ayerbe. Por Jaca la carretera es mejor y por Ayerbe más corta. Por Jaca cogeremos algún tramo de autovía y por Ayerbe no. La circunvalación de Huesca se hace con carretera nacional y hay bastantes radares. A partir de aquí todo es soplar y hacer botellas, porque la autovía Huesca-Lleida es de última generación y lo menos bueno es el enlace con la A-2 en Lleida, que nos plantará en Barcelona sin peajes o incluso en Gerona por la nueva autovía gratuita C-25.

Los viajeros procedentes de San Sebastián gastan menos todavía porque pueden circular gratis hacia Pamplona.

La ruta tiene la evidente ventaja de que se gastan solo seis euros en peajes y el inconveniente de que hay un tramo de nacional bastante cutre, estrecho y con fuerte tráfico, donde los adelantamientos son muy complicados. Eso sí, las vistas del embalse de Yesa son impagables y si no se mejora la nacional actual es porque quedará sumergida con la ampliación del embalse. Por eso hay un tramo muy considerable sin pueblos ni servicios de ninguna clase. Si tienes un poco de tiempo puedes visitar Leyre, Javier y Sangüesa. Por cierto que desde Sabiñánigo a Huesca la ruta es muy desértica y despoblada. El que decida ir por Ayerbe encontrará en ese pueblo una excelente panadería-confitería que funcionaría mejor con más camareros, pero que es de lo mejorcito del territorio nacional.

Obviamente los catalanes pueden usar la misma ruta para viajar hacia Asturias, Cantabria y País Vasco, que parece que solo veo las cosas desde mi casa. Entre lo que se ahorra de ida y vuelta por peajes, da para una noche de hotel con comidas y cenas, con un viaje que se alarga unos 90 minutos más por la bajada de velocidad.

El día que esté acabada toda la autovía bajarán los precios de la AP-68 con toda seguridad.

CERVERA DE PISUERGA SE MERECE UNA CIRCUNVALACIÓN DIGNA Y NO PUENTES ESTRECHOS.

Muchos españoles fallecerán sin haber visitado Cervera de Pisuerga y mientras tanto otros pasarán casi el 100% de su vida allí. Otros estarán de ruta y se verán obligados a utilizar unas infraestructuras viarias nada acordes con los tiempos que corren. Los residentes tampoco se ven beneficiados precisamente con la coyuntura actual. El viajero que procede de los Picos de Europa tiene que entrar a la población por un puente muy estrecho en el que no se cruzan dos coches y donde la prioridad de paso se regula sobre la marcha. No es precisamente una buena tarjeta de presentación. Mucho menos cómo aún es que la salida hacia Aguilar de Campoo se realice también con un puente de las mismas características, lo cual convierte a la villa palentina en un embudo para el tráfico, que sin ser muy numeroso, genera complicaciones. Menos mal que la salida hacia Guardo reúne mejores condiciones.

Cervera es una villa que da una pésima imagen al viajero por contar con unos accesos tan fuera de lugar y de tiempo. Por lo visto existe un proyecto de variante pero de momento no se vislumbra su construcción. Cervera está en la ruta de Madrid a Potes, lo que la convierte en una interesante etapa de viaje para aprovisionamiento o restauración. Incluso cuenta con un Parador en las inmediaciones y bastantes atractivos turísticos desaprovechados por falta de información al viajero.

Va siendo hora de que Cervera deje de obsequiar a los conductores con sorpresas desagradables e infraestructuras de hace dos siglos.

EL PARK AND RIDE DEBERÍA SER OBLIGATORIO EN CIUDADES DE MÁS DE 100.000 HABITANTES.

Mi experiencia viajera me dice que el sistema de utilizar el transporte público en grandes ciudades es lo más cómodo y práctico, además de barato.

Llegas a Estrasburgo, por ejemplo, dejas el coche en un parking gratuito y coges el tranvía para llegar al centro histórico. No gastas combustible, no tienes que ir mirando indicaciones y te ahorras los caros parkings del centro de la urbe.  Así de sencillo.

Una ciudad que cuida de sus habitantes y de sus visitantes implanta este sistema y se mejora la calidad de vida de todo el mundo. Se contamina menos y se circula mejor. Incluso se ahorra mucho tiempo.

Lo malo es que el servicio no siempre está disponible en los lugares donde más falta hace, caso de las ciudades turísticas. Para mejorar la situación se debería crear una iniciativa popular que obligara a legislar sobre el asunto, obligando a ciudades medianas y grandes a ofrecer el servicio. Por supuesto que en pequeñas capitales como Zamora o Soria no sería imprescindible pero en Gijón o Vigo haría mucha falta. 

Para acceder a lugares como Oviedo o Santander es cómodo usar los parkings de los centros comerciales cercanos y luego llegar a la capital en tren, justo en el cogollo del centro, pero eso lo sabemos únicamente los que vivimos cerca. Además el sistema resulta competitivo para una o dos personas pero no ya tanto para un coche completamente ocupado. En Burdeos le echan imaginación y por una única cuota de dos euros hay billete de ida y vuelta para todos los ocupantes del vehículo. Meter cinco mil coches al día menos en una ciudad tipo Burgos o Salamanca se nota a final de año. El transbordo puede hacerse a redes de cercanías ya existentes o a líneas creadas exprofeso. Si en zonas megaturísticas añadiéramos la posibilidad de entrar al casco histórico en autobuses eléctricos ya sería miel sobre hojuelas.

Ahí dejo la propuesta para debate. Creo que los ciudadanos de este milenio se merecen que alguien se preocupe por ellos pero yo no puedo tomar decisiones al respecto y quizás la inteligencia colectiva pueda hacer algo por el bien común.